¿ué hay detrás de Queens of the Stone Age? La banda procedente de Palm Desert (California, EE UU) se encargó de cerrar, pasadas las dos de la mañana, el primer dia de conciertos del Electric Weekend Festival de Getafe . Mientras la lluvia, presente intermitentemente durante toda la tarde-noche, despedía a un buen número de exhaustos fans de Rage Against the Machine, los Queens envolvían con su sonido del desierto el escenario pequeño del festival. Esta banda es parte del proyecto revolucionario de Joshua Homme, el ex-guitarrista de la banda de Stoner Rock Kyuss, que incansablemente busca plasmar las atmósferas del desierto californiano junto a otros trabajos como las Desert Sessions. El primer disco de los Queens of the Stone Age, aparecido en 1998, fue descrito por la prensa como revolucionario.
El proyecto comenzó en 1996 tras la disolución de Kyuss. Josh Homme tenía amistades suficientes en este mundo del rock, como la del ex-batería de Soundgarden Matt Cameron, como para iniciar una nueva banda. Tras probar con otros nombres sin demasiada suerte, finalmente se quedaron con el de Queens of the Stone Age. Esto se debió a la comparación, por parte del músico y productor Chris Goss, del sonido de Kyuss a cómo sonarían «las reinas de la edad de piedra» (traducción de Queens of the Stone Age).
No se trata de un grupo convencional y de requerimiento exclusivo para sus miembros, muchos músicos han colaborado a lo largo de sus cinco discos. En 1998 comienza la grabación de su primer disco y marca las bases de lo que Homme ha definido como «robot rock». Este primer álbum fue autofinanciado y salió con los sellos Man’s Ruin Records y Loosegrove Records, el segundo de ellos fundado por el guitarrista de Pearl Jam Stone Gossard. Todas las canciones estaban escritas e interpretadas por Homme y Alfredo Hernández, último batería de Kyuss, aunque este primer disco homónimo ya contaba con varias colaboraciones de las que se harían habituales en los próximos trabajos. Tras este disco se unió para tocar el bajo otro ex-compañero de Homme en Kyuss, Nick Oliveri.
Giraron cerca de dos años para promocionar su disco de debut, teloneando a grupos como Bad Religion, Rage Against the Machine o Smashing Pumpkins. Al mismo tiempo Homme había ido dando forma a las «Desert Sessions» para el ya mencionado sello Man’s Ruin Records hasta la quiebra de éste en 1999. Esta serie revisaba, en un principio, los tópicos rockeros de los setenta y le llevó a colaborar con artistas de bandas como Monster Magnet, Soundgarden, Scream o Fu Manchu. El tocar junto a todos estos artistas de tan dispares géneros, en el ambiente festivo que Homme creaba en el estudio Rancho De La Luna (creado en la época de Kyuss), influenció sobremanera para la grabación del siguiente disco, Rated R.
El origen del título del disco, Rated R, es la denominación que en Estados Unidos se usa para indicar que las letras de un disco no son recomendables para menores de edad. Se grabó con dos máquinas analógicas de 16 pistas en los estudios Sound City de Los Ángeles, donde ya habían grabado varios discos con Kyuss. Rated R fue producido por Josh y Chris Goss, con este disco la banda se reinventaba sin abandonar su estilo y logró el éxito entre fans y crítica. Interscope Records lo lanzó el 6 de junio del 2000 y en él colaboraron muchos artistas. Esta vez las baterías fueron grabadas por Nick Lucero y Gene Trautman (batería de las Desert Sessions), siendo el último el que giró con el grupo. También contó con las colaboraciones de Rob Halford (vocalista de la banda de heavy metal británica Judas Priest), el polifacético Mike Johnson, Dave Catching (habitual colaborador de Homme), el productor Chriss Goss tocando todos los instrumentos posibles y Mark Lanegan, cantante de Screaming Trees.
«R», como también se conoce al disco, logró un gran éxito gracias entre otras cosas a su potente y polémico single «Feel Good Hit Of The Summer». La canción se basta de tan sólo siete palabras: nicotina, valium, vicodina, marihuana, éxtasis, alcohol y cocaína (en inglés, claro) Éstas se repiten incesantemente, con especial énfasis en la última, durante sus 2 minutos 43 segundos de duración. Llama la atención en «R», con respecto al primer álbum y a los trabajos con Kyuss, la utilización de otros instrumentos como el vibráfono en «The Lost Art Of Keeping A Secret» o los vientos experimentales de «I Think Lost My Headache». Todo ello combinado con los característicos riffs de Homme.
A finales de 2001 y comienzos de 2002, Joshua Homme logró lo que nadie había hecho en casi diez años: conseguir sentar a Dave Grohl de nuevo en una batería para grabar un álbum tras Nirvana. Grabaría el disco pero no se convertiría en un miembro fijo, «él está en su propia banda, Foo Fighters» afirmaría Homme. Fue una de esas colaboraciones estelares de amistades de Homme y de las que tanto se ha nutrido el grupo durante su trayectoria. Esa parece la naturaleza de Queens of the Stone Age y la evolución que busca su líder. Al fichaje de Grohl se unió la incorporación definitiva de Mark Lanegan, el ya mencionado cantante de los por aquel entonces recién separados Screaming Trees. Ésta era una banda de Seatle que, como Nirvana, fue incluida en el movimiento grunge. Estas incorporaciones hicieron que se acentuasen las comparaciones del sonido pesado de Queens of the Stone Age con el de Nirvana y el grunge que popularizaron. El disco se tituló «Songs for the deaf» («Canciones para sordos») y contó también con la guitarra y el piano de apoyo de Brendon Mcnichol, integrante del grupo de Chris Goss Masters of Reality.
Tras la salida de «Songs for the deaf» la base del grupo fue conformándose. Mcnichol estuvo en el grupo desde el 2001 al 2002 y lo abandonó tras la salida del disco, siendo sustituido por el guitarrista de A perfect Circle Troy Van Leeuwen que ha permanecido fijo en el puesto. Poco después Dave Grohl también abandonó el proyecto, cediendo su puesto durante la gira europea al actual batería Joey Castillo (proveniente de Danzig). Grohl había reivindicado por todo lo alto sus orígenes y proseguía con la multitud de proyectos musicales y colaboraciones en marcha, como el disco de tributo al metal de los 80 «Probot». Dave Grohl es, como Joshua Homme, uno de esos músicos permanentemente activos y con muchas amistades dentro del mundo del rock. Recientemente ha intervenido, como ejemplo, en un concierto de Paul Mcartney en Inglaterra.
Con «Songs for the Deaf» Queens of the Stone Age lograron el éxito definitivo a nivel internacional. La publicidad que daba la intervención de Grohl ayudó mucho. Salieron tres singles del disco: «No One Knows», «Go with the Flow» y «First It Giveth». Esta tercera entrega de los Queens consiguió el disco de oro en Estados Unidos vendiendo 900.000 copias en 2003.
Si las primeras Desert Sessions influyeron decisivamente en los temas de Rated R, sus volúmenes siete y ocho hicieron lo propio con «Songs for the deaf». Estos volúmenes salieron con el sello Rekords Rekords, creado por Homme y Lydia Rusell tras la quiebra Man’s Ruin Records. Fueron elaborados junto a Mark Lanegan e intervinieron artistas como PJ Harvey, Dean Ween (Ween), Twiggy Ramírez (Marilyn Manson, NIN, A perfect circle) o el buen amigo de Homme Jesse Devil Hughes, con quien formaría Eagles of Death Metal.
A pesar de la naturaleza de Queens of the Stone Age, basado en la intervención de muchos músicos en sus discos, se había formado un grupo base sobre el que fluctuaban estas colaboraciones. En febrero de 2004 esto se vió en parte truncado, Nick Oliveri y Mark Lanegan dejaron de formar parte de él. Oliveri (bajista) fue expulsado de Queens of the Stone Age en un comunicado oficial. En él se daba a entender que las relaciones entre Homme y Oliveri ya no eran buenas y se había perdido el entendimiento. Ya no podían seguir trabajando juntos, eran muchos años y fuertes personalidades. La actitud insolente de Oliveri, que había llegado a tirar una botella en un mal día al público de la barcelonesa Razzmatazz en noviembre del 2002, hizo que Homme se hartase de él. No obstante, Nick Oliveri asegura que volvería al grupo de Homme si éste se lo pidiese. Por su parte Mark Lanegan tambíen se despidió de las giras con Queens of the Stone Age, pero en su caso el cantante alegaba que simplemente quería tener más tiempo para sus propios proyectos. Volvió a colaborar en varias canciones de los siguientes discos de los Queens.
En marzo de 2005 Queens of the Stone Age presentó «Lullabies to Paralyze» (Nanas para paralizar), su cuarto álbum. En él Homme transmite una idea de continuación respecto a «Songs for the deaf», el propio título es una frase repetida durante Mosquito Song, la última canción del anterior álbum. Pero esta vez el guitarrista y cantante no cuenta con la potencia a la batería de Grohl o la salvaje compenetración que mantenía con Oliveri, sustituido por Alain Johannes (guitarrista de Eleven y actualmente en Spinerette) a quien acompañaba su compañera Natasha Shneider para tocar los teclados. A pesar de los cambios «Lullabies to Paralyze» no tardó en convertirse en disco de oro en el Reino Unido. Esta vez contaba con las célebres aportaciones de Shirley Manson (cantante de Garbage), Brody Dalle (líder de Distillers y esposa de Homme), y la destacable aparición de Billy Gibbons de ZZ Top cantando y tocando la guitarra en «Burn the Witch«. Gibbons canta este tema junto a Mark Lanegan, que volvía a colaborar con los Queens of the Stone Age componiendo e interpretando varias canciones.
En noviembre de ese mismo año Queens of the Stone Age pone a la venta «Over the Years and Through the Woods» («A lo largo de los años y a través de los bosques»). Se trata de un doble trabajo que contiene un CD y un DVD con el concierto que dieron en agosto en el Carling Academy Brixton de Londres. En el DVD también se pueden encontrar imágenes inéditas de la banda desde 1998 hasta 2005.
El quinto y último álbum hasta la fecha de Queens of the Stone Age es «Era Vulgaris», salido al mercado en junio de 2007. «Era Vulgaris» es para Homme un título que suena erótico y sucio, pero de forma inteligente. Para las canciones de este disco dice haber abandonado la inspiración de los paisajes del desierto por la de los de Hollywood. El resultado es un sonido sucio y demente que descoloca en una primera escucha. Destacan las colaboraciones de Trent Reznor (Nine Inch Nails) y Julian Casablancas (The Strokes). Repiten Lanegan y Billy Gibbons.
Con este último disco vuelven a producirse cambios en la formación. Ahora Michael Shuman (Jubilee) ocupa el bajo y Dean Fertita (frontman de The Devotees y anteriormente de The Waxwings) los teclados y la tercera guitarra ocasional. Sustituyen a Alain Johannes y a la teclista rusa Natasha Shneider que han continuado con su grupo Eleven junto a Jack Irons (Red Hot Chili Peppers).
Actualmente Queens of the Stone Age están girando para presentar su último trabajo. Esta es la razón por la que hemos podido disfrutar hasta en cuatro ocasiones de su directo en España, la última de ellas en el Electric Festival de Getafe. Todos estos conciertos han tenido gran éxito de público llegando a agotarse las entradas en algunos de ellos. Está claro que ejercen su reinado, con el permiso de Doña Sofía, en nuestro país y que no dudarán en volver pronto. ¿Será junto a Nick Oliveri? Si no se anima con las botellas estaría francamente bien.
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