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Queens of the Stone Age. [Reportaje]

  ¿ué hay detrás de Queens of the Stone Age? La banda procedente de Palm Desert (California, EE UU) se encargó de cerrar, pasadas las dos de la mañana, el primer dia de conciertos del Electric Weekend Festival de Getafe . Mientras la lluvia, presente intermitentemente durante toda la tarde-noche, despedía a un buen número de exhaustos fans de Rage Against the Machine, los Queens envolvían con su sonido del desierto el escenario pequeño del festival. Esta banda es parte del proyecto revolucionario de Joshua Homme, el ex-guitarrista de la banda de Stoner Rock Kyuss, que incansablemente busca plasmar las atmósferas del desierto californiano junto a otros trabajos como las Desert SessionsEl primer disco de los Queens of the Stone Age, aparecido en 1998, fue descrito por la prensa como revolucionario.

  El proyecto comenzó en 1996 tras la disolución de Kyuss. Josh Homme tenía amistades suficientes en este mundo del rock, como la del ex-batería de Soundgarden Matt Cameron, como para iniciar una nueva banda. Tras probar con otros nombres sin demasiada suerte, finalmente se quedaron con el de Queens of the Stone Age. Esto se debió a la comparación, por parte del músico y productor Chris Goss, del sonido de Kyuss a cómo sonarían «las reinas de la edad de piedra» (traducción de Queens of the Stone Age).

  No se trata de un grupo convencional y de requerimiento exclusivo para sus miembros, muchos músicos han  colaborado a lo largo de sus cinco discos. En 1998 comienza la grabación de su primer disco y marca las bases de lo que Homme ha definido como «robot rock». Este primer  álbum fue autofinanciado y salió con los sellos Man’s Ruin Records y Loosegrove Records, el segundo de ellos fundado por el guitarrista de Pearl Jam Stone Gossard. Todas las canciones estaban escritas e interpretadas por Homme y Alfredo Hernández, último batería de Kyuss, aunque este primer disco homónimo ya contaba con varias colaboraciones de las que se harían habituales en los próximos trabajos. Tras este disco se unió para tocar el bajo otro ex-compañero de Homme en Kyuss, Nick Oliveri.

  Giraron cerca de dos años para promocionar su disco de debut, teloneando a grupos como Bad Religion, Rage Against the Machine o Smashing Pumpkins. Al mismo tiempo Homme había ido dando forma a las «Desert Sessions» para el ya mencionado sello Man’s Ruin Records hasta la quiebra de éste en 1999. Esta serie revisaba, en un principio, los tópicos rockeros de los setenta y le llevó a colaborar con artistas de bandas como Monster Magnet, Soundgarden, Scream o Fu Manchu. El tocar junto a todos estos artistas de tan dispares géneros, en el ambiente festivo que Homme creaba en el estudio Rancho De La Luna (creado en la época de Kyuss), influenció sobremanera para la grabación del siguiente disco, Rated R.

  El origen del título del disco, Rated R, es la denominación que en Estados Unidos se usa para indicar que las letras de un disco no son recomendables para menores de edad. Se grabó con dos máquinas analógicas de 16 pistas en los estudios Sound City de Los Ángeles, donde ya habían grabado varios discos con Kyuss. Rated R fue producido por Josh y Chris Goss, con este disco la banda se reinventaba sin abandonar su estilo y logró el éxito entre fans y crítica. Interscope Records lo lanzó el 6 de junio del 2000 y en él colaboraron muchos artistas. Esta vez las baterías fueron grabadas por Nick Lucero y Gene Trautman (batería de las Desert Sessions), siendo el último el que giró con el grupo. También contó con las colaboraciones de Rob Halford (vocalista de la banda de heavy metal británica Judas Priest), el polifacético Mike Johnson, Dave Catching (habitual colaborador de Homme), el productor Chriss Goss tocando todos los instrumentos posibles y Mark Lanegan, cantante de Screaming Trees.

  «R», como también se conoce al disco, logró un gran éxito gracias entre otras cosas a su potente y polémico single «Feel Good Hit Of The Summer». La canción se basta de tan sólo siete palabras: nicotina, valium, vicodina, marihuana, éxtasis, alcohol y cocaína (en inglés, claro) Éstas se repiten incesantemente, con especial énfasis en la última, durante sus 2 minutos 43 segundos de duración. Llama la atención en «R», con respecto al primer álbum y a los trabajos con Kyuss, la utilización de otros instrumentos como el vibráfono en «The Lost Art Of Keeping A Secret» o los vientos experimentales de «I Think Lost My Headache». Todo ello combinado con los característicos riffs de Homme.

  A finales de 2001 y comienzos de 2002, Joshua Homme logró lo que nadie había hecho en casi diez años: conseguir sentar a Dave Grohl de nuevo en una batería para grabar un álbum tras Nirvana. Grabaría el disco pero no se convertiría en un miembro fijo, «él está en su propia banda, Foo Fighters» afirmaría Homme. Fue una de esas colaboraciones estelares de amistades de Homme y de las que tanto se ha nutrido el grupo durante su trayectoria. Esa parece la naturaleza de Queens of the Stone Age y la evolución que busca su líder. Al fichaje de Grohl se unió la incorporación definitiva de Mark Lanegan, el ya mencionado cantante de los por aquel entonces recién separados Screaming Trees. Ésta era una banda de Seatle que, como Nirvana, fue incluida en el movimiento grunge. Estas incorporaciones hicieron que se acentuasen las comparaciones del sonido pesado de Queens of the Stone Age con el de Nirvana y el grunge que popularizaron. El disco se tituló «Songs for the deaf» («Canciones para sordos») y contó también con la guitarra y el piano de apoyo de Brendon Mcnichol, integrante del grupo de Chris Goss Masters of Reality.

  Tras la salida de «Songs for the deaf» la base del grupo fue conformándose. Mcnichol estuvo en el grupo desde el 2001 al 2002 y lo abandonó tras la salida del disco, siendo sustituido por el guitarrista de A perfect Circle Troy Van Leeuwen que ha permanecido fijo en el puesto. Poco después Dave Grohl también abandonó el proyecto, cediendo su puesto durante la gira europea al actual batería Joey Castillo (proveniente de Danzig). Grohl había reivindicado por todo lo alto sus orígenes y proseguía con la multitud de proyectos musicales y colaboraciones en marcha, como el disco de tributo al metal de los 80 «Probot». Dave Grohl es, como Joshua Homme, uno de esos músicos permanentemente activos y con muchas amistades dentro del mundo del rock. Recientemente ha intervenido, como ejemplo, en un concierto de Paul Mcartney en Inglaterra.

  Con «Songs for the Deaf» Queens of the Stone Age lograron el éxito definitivo a nivel internacional. La publicidad que daba la intervención de Grohl ayudó mucho. Salieron tres singles del disco: «No One Knows», «Go with the Flow» y «First It Giveth». Esta tercera entrega de los Queens consiguió el disco de oro en Estados Unidos vendiendo 900.000 copias en 2003.

  Si las primeras Desert Sessions influyeron decisivamente en los temas de Rated R, sus volúmenes siete y ocho hicieron lo propio con «Songs for the deaf». Estos volúmenes salieron con el sello Rekords Rekords, creado por Homme y Lydia Rusell tras la quiebra Man’s Ruin Records. Fueron elaborados junto a Mark Lanegan e intervinieron artistas como PJ Harvey, Dean Ween (Ween), Twiggy Ramírez (Marilyn Manson, NIN, A perfect circle) o el buen amigo de Homme Jesse Devil Hughes, con quien formaría Eagles of Death Metal.

  A pesar de la naturaleza de Queens of the Stone Age, basado en la intervención de muchos músicos en sus discos, se había formado un grupo base sobre el que fluctuaban estas colaboraciones. En febrero de 2004 esto se vió en parte truncado, Nick Oliveri y Mark Lanegan dejaron de formar parte de él. Oliveri (bajista) fue expulsado de Queens of the Stone Age en un comunicado oficial. En él se daba a entender que las relaciones entre Homme y Oliveri ya no eran buenas y se había perdido el entendimiento. Ya no podían seguir trabajando juntos, eran muchos años y fuertes personalidades. La actitud insolente de Oliveri, que había llegado a tirar una botella en un mal día al público de la barcelonesa Razzmatazz en noviembre del 2002, hizo que Homme se hartase de él. No obstante, Nick Oliveri asegura que volvería al grupo de Homme si éste se lo pidiese. Por su parte Mark Lanegan tambíen se despidió de las giras con Queens of the Stone Age, pero en su caso el cantante alegaba que simplemente quería tener más tiempo para sus propios proyectos. Volvió a colaborar en varias canciones de los siguientes discos de los Queens.

  En marzo de 2005 Queens of the Stone Age presentó «Lullabies to Paralyze» (Nanas para paralizar), su cuarto álbum. En él Homme transmite una idea de continuación respecto a «Songs for the deaf», el propio título es una frase repetida durante Mosquito Song, la última canción del anterior álbum. Pero esta vez el guitarrista y cantante no cuenta con la potencia a la batería de Grohl o la salvaje compenetración que mantenía con Oliveri, sustituido por Alain Johannes (guitarrista de Eleven y actualmente en Spinerette) a quien acompañaba su compañera Natasha Shneider para tocar los teclados. A pesar de los cambios «Lullabies to Paralyze» no tardó en convertirse en disco de oro en el Reino Unido. Esta vez contaba con las célebres aportaciones de Shirley Manson (cantante de Garbage), Brody Dalle (líder de Distillers y esposa de Homme), y la destacable aparición de Billy Gibbons de ZZ Top cantando y tocando la guitarra en «Burn the Witch«. Gibbons canta este tema junto a Mark Lanegan, que volvía a colaborar con los Queens of the Stone Age componiendo e interpretando varias canciones.

  En noviembre de ese mismo año Queens of the Stone Age pone a la venta «Over the Years and Through the Woods» («A lo largo de los años y a través de los bosques»). Se trata de un doble trabajo que contiene un CD y un DVD con el concierto que dieron en agosto en el Carling Academy Brixton de Londres. En el DVD también se pueden encontrar imágenes inéditas de la banda desde 1998 hasta 2005.

  El quinto y último álbum hasta la fecha de Queens of the Stone Age es «Era Vulgaris», salido al mercado en junio de 2007. «Era Vulgaris» es para Homme un título que suena erótico y sucio, pero de forma inteligente. Para las canciones de este disco dice haber abandonado la inspiración de los paisajes del desierto por la de los de Hollywood. El resultado es un sonido sucio y demente que descoloca en una primera escucha. Destacan las colaboraciones de Trent Reznor (Nine Inch Nails) y Julian Casablancas (The Strokes). Repiten Lanegan y Billy Gibbons.

  Con este último disco vuelven a producirse cambios en la formación. Ahora Michael Shuman (Jubilee) ocupa el bajo y Dean Fertita (frontman de The Devotees y anteriormente de The Waxwings) los teclados y la tercera guitarra ocasional. Sustituyen a Alain Johannes y a la teclista rusa Natasha Shneider que han continuado con su grupo Eleven junto a Jack Irons (Red Hot Chili Peppers).

  Actualmente Queens of the Stone Age están girando para presentar su último trabajo. Esta es la razón por la que hemos podido disfrutar hasta en cuatro ocasiones de su directo en España, la última de ellas en el Electric Festival de Getafe. Todos estos conciertos han tenido gran éxito de público llegando a agotarse las entradas en algunos de ellos. Está claro que ejercen su reinado, con el permiso de Doña Sofía, en nuestro país y que no dudarán en volver pronto. ¿Será junto a Nick Oliveri? Si no se anima con las botellas estaría francamente bien.

Electric Weekend de Getafe

  Este fin de semana, los días viernes 30 y sábado 31, la ciudad de Getafe (Madrid) acogerá el Electric Weekend Festival. Esta nueva apuesta del panorama festivalero nacional casi ocupa el antiguo lugar de trascendencia del malogrado Festimad. Entra fuerte y contará con las actuaciones, entre otros, de Rage Against the Machine (de vuelta tras la reunificación en 2007), Metallica, Queens of the Stone Age, Offspring o el incombustible Iggy Pop, el cartel entero lo tenéis aquí.

  Los conciertos se celebrarán ambos días en el recinto al aire libre del Auditorio John Lennon. Habrá dos escenarios a cada lado de esta superficie de capacidad para unas 40. 000 personas, según datos de la organización, donde se irán alternando los conciertos para no coincidir.

La organización facilita toda la información necesaria para los interesados en ir aquí. El abono de los dos días cuesta 125€ y el de uno 65€, más la comisión de Ticktackticket de alrededor del 10% ya que es el canal a través del cual se pueden comprar las entradas.

  Próximamente colgaré más información.

Entrevista a Javier Capitán (Presentador en radio y televisión)

Este es un pequeño homenaje a un programa que mataba el tiempo de forma muy eficiente, «El Informal». Un programa de humor y actualidad que arrasó a nivel de audiencias durante sus casi cuatro años de emisión (1998-2002) . Luego, como el propio entrevistado relata, fue sustituido por una imitación más barata que prescindía de los presentadores. Esta es una entrevista, realizada hace más o menos un año, al máximo ideólogo de aquel hito, Javier Capitán. Capitán es el actual presentador de «El Noticiero» en la televisión online MobuzzTV.

Se encuentra en los estudios de Radio Nacional de España donde atiende a nuestras preguntas.

– ¿En qué habías trabajado antes de empezar con El Informal?

Javier Capitán: En televisión había hecho un programa en Telemadrid que se llamaba “La Verbena”. Lo hacíamos Luis Figuerola-Ferretti, Ana García Obregón y yo, y era mensual. Creo que hicimos seis programas. En televisión no hicimos nada más. Habíamos colaborado con Carlos Herrera en su programa Primero izquierda (TVE), pero eso eran colaboraciones más esporádicas.

– ¿Cómo surgió la idea de crear un programa que mezclase actualidad y humor como El Informal?

J. C: La génesis fue una campaña electoral. Hicimos una cosa que se llamaba En Tienda de Campaña, una visión humorística de la campaña electoral (la de 1996). De ahí nació la posibilidad de plantear eso como un programa, con el referente de uno que existe en Italia desde hace ya bastante tiempo. Un programa de humor sobre la actualidad pero muy distinto a El Informal. Muy al estilo italiano, con presentadores histriónicos, chicas que se ponen a bailar encima de la mesa… Yo hice un piloto (de El Informal) con un equipo de guionistas, y se quedó en stand by porque por entonces estaba el Telecupón, y era difícil moverlo. Luego Telecinco encargó bastantes capítulos más, para esa misma posibilidad. Al final le dijo a Globomedia (productora de televisión) que se pusiesen de acuerdo conmigo, porque aquello se aproximaba a lo que ellos querían. Globomedia y yo nos pusimos de acuerdo y así empezamos.

– ¿Y cómo fue la búsqueda de los colaboradores?

J. C: Sinceramente fue una búsqueda en muy poco tiempo, desde que se tomó la decisión hasta que empezamos pasó muy poco. Hicimos una prueba con cinco personas para buscar presentadores. Inicialmente había dos posibilidades: un guionista que no había hecho imagen o Florentino (Fernández). Hubo mucha gente que apostaba por el guionista, pero pensamos que él y yo íbamos a estar muy en la misma línea. Entonces con Florentino buscábamos un contraste muy claro, dos presentadores muy distintos. Felisuco había estado en algunos proyectos de Globomedia con buen resultado. Inicialmente fue Inma del Moral (luego fue sustituida por la actual presentadora de «Sé lo que hicisteis…» Patricia Conde), que había tenido algún contacto con Globomedia y yo había hablado con ella, la que se incorporó. Era un perfil distinto al que sería luego. Era nuestro contacto fuera, no tanto para hablar con la gente de la calle sino para hablar con autoridades, etc.

– ¿Qué era lo que más te gustaba de El Informal?

J. C: El Informal tenía muchas lecturas distintas. La gran ventaja es que tenías muchas cosas diferentes en cada programa y a cada uno le gustaba más una parte u otra. Había gente que se enganchaba con el humor más obvio, más inmediato, y otros que lo hacían con la parte más sutil. Y creo que había otra gran ventaja, el tiempo del programa (30 min. aproximadamente). Era un programa con mucho ritmo, las cosas no duraban más de lo que debían. Ésta es una tendencia bastante generalizada, alargar las cosas, que surge involuntariamente. Esto era en parte presionados por nuestro formato. Permitía que tú estuvieses viendo El Informal y supieses que a los treinta segundos iba a pasar algo nuevo, y por tanto podías esperar para engancharte a algo nuevo. Otro aspecto fundamental era la libertad en la redacción, para crear sin miedo a penalización etc. Fue un entorno muy creativo. Había muchas ideas, que surgían no de decirle a la gente lo que debía hacer sino de darles libertad. Y los videos se guardaban hasta el momento ideal para emitirlos. Si hubiésemos hecho lo que a mí me gustaba, quizás el programa hubiese fracasado. Necesitábamos muchas cosas diferentes.

– ¿Había muchos vídeos que no se podían emitir?

J. C: No muchos. La gente sabía lo que era el programa y, bueno, podía haber días en los que el guionista, o nosotros en el doblaje, no estuviésemos muy inspirados. Que no se pudiesen emitir por contenido no hubo prácticamente ninguno.

– ¿Por qué dejó de emitirse El Informal? ¿La audiencia ya no lo seguía?

J. C: No, yo creo que no. Fue una decisión de Paolo Vasile, el consejero delegado de Telecinco. Es cierto que nosotros habíamos bajado de audiencia en los dos últimos meses, pero eso tiene una fácil explicación. La 2 emitía en nuestro mismo horario el resumen de Operación Triunfo primera edición. Era de esperar que volveríamos a nuestros antiguos índices de audiencia al terminar el concurso. Yo no sé muy bien las causas de por qué se retiró el programa, porque nunca nos las explicaron bien.

– Y luego pusieron Pecado Original

J. C: Sí, se alimentaba de muchas ideas que había introducido El Informal pero no era lo mismo. Hay determinadas cosas que no se pueden decir con la voz en off, hay cosas que las tiene que asumir el responsable del programa, poner la cara. Poner a parir a nosequién sin ningún argumento y con una voz en off lo puede hacer cualquiera. Salir a dar la cara es un signo de valentía y de responsabilidad con el programa.

– Es importante preguntar a un humorista sus principales influencias…

J. C: Para mí los números uno fueron Tip y Coll. Humor absurdo, genialidad… Gila me gustaba, pero era el recurso de las conversaciones telefónicas. A mí me resultaba muchas veces más entrañable que divertido. Marcó una época pero si tengo que elegir me quedo con Tip y Coll.

– ¿Qué te parecen los nuevos formatos de humor que están apareciendo?

J. C: Camera Café me parece una gran idea, muy bien hecho el casting, con grandes actores. Tiene la ventaja de los programas que duran poco, como decía antes con El Informal, la gente puede engancharse cuando quiera. Los monólogos… mantengo las distancias con ese formato. Yo creo que deben reflejar la forma de pensar de quien te los cuenta (la mayoría de las veces no es quien lo ha escrito). Y no creo en ese formato (Club de la Comedia) donde tienen a un equipo de guionistas escribiendo a diestro y siniestro para que los cuente quien sea. A mí me gustan los monólogos de Buenafuente. Él tiene su equipo que los preparan para él, y para que él les dé su particular forma de ver las cosas. Si a ti un guionista que no conoces de nada te da un texto ya hecho, te da pocas posibilidades de dar tu visión. Hay algunos que lo hacen muy bien y puedes pasar un rato divertido, pero me falta creerme lo que me dicen. Aparte de un abuso cada vez más evidente. Con decir “un taco” ya se es el más gracioso. Los ves y cada vez que terminan sueltan un “¡Joder!”, y ya todo el mundo a reír. Me parece un recurso ya muy visto. La Hora Chanante (ahora Muchachada Nui) la he visto poco, pero me parece por lo menos novedosa. Te puede gustar más o menos, pero es algo no visto y eso es digno de apreciar.

– ¿Consideras a Buenafuente, Crónicas Marcianas o los inicios de Esta Noche cruzamos el Missisipi como formatos de humor televisivo?

J. C: El Missisipi y Crónicas Marcianas tenían dosis de humor, pero no pasarán a la historia por sus aportaciones a éste. El Missisipi tenía más, y yo creo que Sardá en un principio también tenía esa intención. Pero el programa se le fue convirtiendo en otra cosa, y en un sitio donde el que tenía la razón era el que más gritaba. Y eso son valores que se transmiten.

– ¿Tienes algún nuevo proyecto para televisión? (aparte del programa que dirige en Telemadrid Metro a Metro)

J. C: Ahora mismo, entre la radio y la tele, tengo unas jornadas que no da tiempo ni a pensar cuando terminas. No lo sé, en esta profesión vives un poco a remolque de lo que surge.

– Finalmente, ¿dónde prefieres trabajar? ¿en la televisión o en la radio?

J. C: Yo me siento más a gusto en la radio, que además te permite más diversidad. La televisión me gusta pero las exigencias son mucho mayores. En la televisión necesitas mucho más trabajo y tiempo para desarrollar las ideas. Tiene que estar todo muy preparado para que las cosas se vean.

Crónica del primer día del festival SOS 4.8, viernes dos de mayo

  Mientras escribo se puede apreciar un brillo verdoso entre las teclas. Una pulsera de plástico de un color verde lima muy «cool» baila en mi muñeca. Lleva inscritos el logo de la cerveza Estrella de Levante y «sos4.8 VIERNES». Es la bonita pulsera del primer día del festival SOS 4.8. La conservo aún porque, aparte de esto, su logo de Estrella de Levante me trae buenos recuerdos de la tierra que me ha visto crecer y que ya sólo visito en ocasiones. Pero no sé si amortiza los 50€ que me costó…

  La Consejería de Juventud, Cultura y Deportes de la Región de Murcia, junto a patrocinadores locales y otros tantos colaboradores, se ha decidido a dar el paso para organizar un festival de categoría en la capital de la Región. No han faltado colaboradores e ilusión de los melómanos y festivaleros de la ciudad. De hecho, el personal de la organización no era reducido precisamente… alrededor de un 20% de los asistentes diría yo (pero ésta es sólo una apreciación subjetiva)

  Los encargados de abrir las actuaciones fueron los locales Second, locales pero con proyección nacional. Tras ganar la «Global Battle of Bands» (Batalla Mundial de las Bandas), cuya final se disputó en la londinense sala Astoria en su primera edición del 2004, se dieron a conocer a mayor escala. Incluso giraron por Reino Unido en otoño de 2005. En torno a las 20:00 empezó su actuación. En un buen escenario (uno de lo puntos más fuertes del festival), con el rodaje que tiene ya este grupo de jóvenes con tres discos y un E.P  y con un público que en su mayor parte no era la primera vez que les veía. Público bastante receptivo y que recibió gustoso un concierto bastante notable.

  Desde las primeras influencias británicas de los noventa, capitaneadas por Oasis y las bandas Brit Pop, pasando por la segunda oleada de la década 2000, esta vez encabezada por Franz Ferdinand, y la última adaptación de su música al castellano Second repasaron su trayectoria dominada por el Pop-Rock. Este último cambio ha suavizado algo su música y, coincidiendo con su mayor popularidad, han desarrollado un sonido de tipo más comercial, para públicos más amplios. El quinteto incluso se atrevió a interpretar parte del himno del centenario del Real Murcia C. F. ( 1908-2008 ), el cual han compuesto ellos mismos y en el que buena parte del público se les unió en el cántico. El equipo no estaba todavía matemáticamente descendido a segunda división y parecía que Super Clemente podría obrar el milagro. No sé si Second tendrán ganas de seguir tocando el himno tras la decepción…

  Antes ya se habían dado las actividades de la otra parte del festival. Eran obras, la mayoría de tipo contemporáneo y plásticas, con las que el festival pretendía mostrar el proceso de creación artístico para su posterior muestra. En mi opinión era una apuesta complicada que no supieron llevar a cabo, no se dio la conexión pretendida con el público. Y esto se debió, fundamentalmente, a la poca claridad de esas explicaciones que se pierden entre términos abstractos anglosajones con buenos sonidos. Comprobadlo vosotros mismos: aquí

  Los siguientes en saltar al escenario fueron los siete componentes de James (guitarras, bajo, batería, teclados, percusión, trompeta, violín y voz). La veterana banda de Manchester presentaba su nuevo disco «Hey Ma», puesto a la venta en abril. Demostraron que conservan sus memorables directos tras casi siete años de parón. Con movimiento sobre las tablas, intensidad en la música, el espectáculo de luces propio y las características danzas de su cantante, Tim Booth, James se fue haciendo con el público conforme el cielo se oscurecía. El grupo, a pesar de comenzar su andadura en 1980, vivió su mejor momento a principios de los noventa en Reino Unido cuando alcanzaron gran éxito. Justo antes de ello lo habían pasado muy mal, hasta llegaron a prestarse como «conejilos de indias» para laboratorios químicos en deseperada búsqueda de dinero.

  En España son prácticamente unos desconocidos, y esto hizo que las letras coreadas por el público sonasen bastante bien. Sin ánimo de ofender, muchos de los ingleses que viven o residen por la zona, y que conocen y entienden bien su propio idioma, se acercaron a ver a James en una oportunidad seguramente muy atractiva para ellos. Lo cierto es que el cartel parecía contar bastante con este público. Finalmente, por el look que ahora luce el cantante Tim Booth, su tono de voz y algunas similitudes en el sonido de ambas bandas, James me recordaron a R.E.M. Con todo mis oídos, vírgenes a su sonido, se deleitaron con la música de James y su forma de llevarla a cabo sobre el escenario.

  No me ocurrió lo mismo con Rufus Wainwright, su naturaleza de peso pesado del cartel le hizo posicionarse entre James y los Kaiser Chiefs. Un lugar equivocado en mi opinión. Si James habían electrizado el ambiente hasta dejar al público a tope de adrenalina, Wainwright se encargó de susurrar sobre ese fuego hasta apagarlo. El neoyorquino, acompañado solamente de una guitarra acústica o un gran piano de cola, ofreció a bajo volumen una sosegada hora de baladas e himnos que le han dado la fama. La más famosa, su versión del conocido tema de Leonard Cohen «Allelujah». Wainwright declaró que hacía esta gira «por dinero» (como tantos otros que no lo dicen) y que al concluirla se quiere dedicar por entero a la ópera, su verdadera pasión.

  Quizás hubiese sido más indicado que Rufus Wainwright tocara después de los Kaiser Chiefs, el público agradecería su calma tras quemar todas las energías con James y los Kaiser. También las primeras filas estarían nutridas de verdaderos fans del cantaautor y no de gente guardando sitio para siguientes conciertos.

  Los Kaiser Chiefs tenían por delante la tarea de reanimar al público y ponerles a saltar de nuevo. Tras un potente «Hola!» con acento de las islas, los Kaiser comenzaron con «Everything Is Average Nowadays», segundo single de su segundo y último álbum (Yours Truly, Angry Mob). Éste es un buen ejemplo de su rock ramonero, muy animado, con toque de Leeds y coros y sintetizadores creando atmósfera. Aquí Ricky Wilson, su vocalista, ya recorría el escenario de un lado para el otro animando a los espectadores a saltar y dar palmas. Él se mueve por él y por el resto del grupo, es un auténtico showman y quien tiene gran parte de culpa del éxito de sus conciertos.

  Disponían, como cabezas de cartel de este día, del horario más amplio para su actuación (23:40-01:00). Esto les permitió recorrer casi enteros sus dos álbumes, ayuda que son un grupo que exprime sus discos con muchos singles. Incluso decidieron incluir dos temas recién compuestos que se incluirán en su próximo trabajo. No faltaron Ruby, Modern Way, I predict a Riot, The Angry Mob o la tremendamente pegadiza «Everyday I love you less and less». Wilson, que llegó a subirse por una de las barras laterales del escenario durante «I predict a Riot», exige casi tanta entrega como la suya a su público. Le pide que participe de toda esa energía que desprende la música de los Kaiser Chiefs. Así, no es de extrañar que al terminar aquel concierto un servidor estuviese exhausto y sólo desease dormir, interrumpiendo esas 48h de arte sin pausas para adaptarlas al mundo onírico.

  Allí soñé con que continúe haciéndose un festival de peso en Murcia, que no sea un espejismo producido por la bonanza económica y el resplandor inmobiliario. Mis sos 8 horas de sueño ininterrumpidas sólo peligraron al abordar el tema del precio: ¿Por qué, con tantos colaboradores y la implicación del Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma, las entradas son tan caras?

La Psicodelia, reflejo de los sueños del 68

  El pasado miércoles 30 de abril, Sergio Guillén y Andrés Puente presentaron su nuevo libro «psicodelia americana. el sonido de la contracultura». El lugar elegido por estos prolíficos escritores musicales de los últimos tiempos fue la madrileña Casa del Libro, donde también aprovecharon para firmar algunos ejemplares.
  «Psicodelia americana. el sonido…», ya había salido al mercado a finales del pasado 2007 por medio de la editorial Milenio y su colección Música. El director de esta colección, Javier de Castro, junto a José Miguel López (director del programa “Discópolis” de RNE/R3) se encargaron de flanquear y presentar a los autores en el pequeño salón de actos del comercio que presentaba un aforo completo. Se observaba un ambiente de confianza, de gente que se conoce entre sí. De Castro fue breve queriendo ceder rápidamente la palabra a los autores y también tuvo que ser él, muy a su pesar, quien les animase a acabar una vez el tiempo estaba encima. José Miguel López recordó aquellos años y su escaso reflejo en España, donde no llegó con tal fuerza aquella revolución. Enumeró algunas de las influencias más importantes como el LSD, la guerra de Vietnam o los movimientos pro derechos de los negros, pero también dejó que fuesen los autores quienes se explicasen.

  Andrés Puente y Sergio Guillén, redactores del portal de música en Internet www.renacerelectrico.com, trataron de hacer un repaso a su publicación siguiendo el mismo orden establecido por ellos en ésta. Estaba claro que no podían destriparlo pero sí dar algunas indicaciones sobre su proceso de creación y venderlo un poco. Son unos autores jóvenes que no han vivido la psicodelia, esto lo recordaba sorprendido José Miguel López, y que tampoco ha sido el género que más les ha gustado, sólo entra dentro de su amplía melomanía como ellos mismos confesaron. El libro lo escribieron a encargo de De Castro y posee una documentación e investigación muy interesante.

  Es un libro, un libro sobre música, que se disfruta asesorado por www.youtube.com o páginas similares que nos den una muestra factible de todo eso que leemos, tantos grupos que no conocemos y que, sin duda, nos entrarán mucho mejor a través de los ojos. El libro incluye, al final de sus 160 páginas, la letra de algunas de las canciones más significativas con su traducción. Es interesante leer los sentimientos a ritmo de rock que cantaban a finales de los 60 The Doors o Creedence Clearwater Revival («Unknown Soldier» y «Fortunate Son» respectivamente, por ejemplo). Pero esas letras no están referenciadas en el desarrollo del libro, puede pasar que uno no recaiga en ellas hasta terminarlo…

  Quizás el único problema que se le pueda encontrar a este libro sea la cantidad ingente de nombres aparecidos que ralentizan la lectura amena. Y , por perderse entre tanto nombre, una falta de explicaciones más esenciales, concretas o anecdóticas de lo que fue la psicodelia, su origen, desarrollo, etc. Son largas explicaciones que sacian a los familiarizados con este mundo pero que turban a los no iniciados.

Excuse me while I kiss the sky

TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE Y EL WATERGATE, UN TRABAJO BIEN HECHO

All the president’s men o Todos los hombres del presidente, como llegó traducida a España, es una de las películas que mejor ha reflejado la realidad del periodismo. Más concretamente la de una redacción de periódico, la del Washington Post, en un momento tan interesante como la investigación del caso Watergate.

La película, dirigida en 1976 por Alan J. Pakula y protagonizada por Robert Redford (también productor) y Dustin Hoffman, fue galardonada con cuatro Oscar. Se trata de la adaptación cinematográfica del libro de los dos periodistas que protagonizan el film, Robert Woodward y Carl Bernstein, quienes desataron el escándalo del Watergate.

Robert Redford decidió producir este film por lo interesante que podía llegar a ser para el público y esclarecedor de todos los hechos. Con esta película la gente entendería el enorme trabajo de unos periodistas que se habían esforzado por hacerlo bien. Finalmente Redford terminaría protagonizando la película, encarnando a Robert Woodward, junto a Dustin Hoffman que representaría a Carl Bernstein.

La película narra como los periodistas van tirando de un pequeño hilo hasta llegar a derrocar a un presidente. Unos hombres de la CIA son descubiertos en la sede general del Partido Demócrata, todo apunta a espionaje pero eso hay que probarlo y demostrarlo. Esa es la labor del periodista. Dos jóvenes periodistas con ambición y trabajo duro son una buena combinación para conseguir grandes resultados.

Woodward y Bernstein no están solos. Necesitan que sus jefes, los que aparecen luchando por la agenda de noticias a incluir en el periódico, les den su voto de confianza. Así ocurre y, no sin muchos contratiempos, terminan consiguiendo algo que ni siquiera esperaban. Cuanto más alto se sube más alta es la caída, pero Woodward y Bernstein saben aterrizar suavemente respaldados por la honestidad y el trabajo bien hecho.

Es muy interesante como el film refleja el trabajo de Woodward y Bernstein respecto a las fuentes. Su empeño por contrastar todas las informaciones, su manera de entresacar las palabras a los afectados de forma no comprometedora e inventando una nueva forma en cada ocasión. Woodward y Bernstein van aprendiendo de sus errores, no se dan por vencidos y aguantan la embestida de quienes, como los políticos tramposos de la película, engañan y hacen todo lo posible por conservar su posición.

 

P. D: Es muy recomendable que veáis la película en versión original, subtitulada o sin subtitular depende de vuestro nivel de inglés que la película es estadounidense. Es algo recomendable con todas las películas, ya que es tal y cómo se han concebido y no una adaptación, pero con ésta especialmente por su mal doblaje. Sobre todo es malo el de las escenas añadidas que resulta incluso gracioso de lo incomprensible que resulta. Además son escenas de las que, presumiblemente, prescindieron en el metraje original y que realmente no aportan nada. Sólo sirven para distraer la atención. ¿Tan difícil era ponerles unos subtítulos? 

Las entradas

Para cerrar este ciclo iniciado con los dos anteriores blogs, vamos a hablar acerca de las entradas de los conciertos. Un tema a tratar ya que podría decirse que se ha convertido en un problema.

Como ya habréis observado muchos de vosotros, las entradas son ahora fotocopias o cartones amarillos que uno ya conserva casi por obligación interna, porque no son ni bonitas ni exclusivas. Desde la popularización de Internet, las empresas de venta de entradas por este medio han ido creciendo cada vez  más. Hasta llegar a la actualidad donde tienen un verdadero monopolio. Están Serviticket.es, Elcorteingles.com o Entradas.com, pero quienes dominan realmente el negocio son Servicaixa y Ticktackticket.

La primera ofrece una amplia oferta de diferentes espectáculos aparte de los conciertos. Eso sí, todos tienen en común sus altos precios y los bonitos cartones amarillos. Estos últimos pueden servir de soporte tanto para una entrada de cine como para la de un concierto o la de un gran premio de Fómula 1. Sin más diferencia entre ellas que las letras.

La segunda está más centrada en las entradas de conciertos y festivales musicales. En un principio estuvo ligada al BBVA y es la filial española de la multinacional Ticketmaster. A algún fan de Pearl Jam es posible que le suene este último nombre. La banda de Seatle luchó durante un tiempo contra las abusivas comisiones de esta multinacional, las cuales consideraba que perjudicaban a su público y por tanto a sus conciertos. Tras intentar reducir mediante acuerdo las comisiones de Ticketmaster y no conseguirlo, Pearl Jam trataron de vender sus entradas por medio de canales alternativos. También se sucedieron varias demandas judiciales y, finalmente, la presión de Ticketmaster terminó disuadiendo al conjunto liderado por Eddie Vedder.

Ticketmaster es una empresa nacida a finales de los setenta que revolucionó el mercado de la venta de entradas gracias a su sistema informatizado. Éste conseguía que desde cualquier punto de venta de entradas del país (EE UU) se pudiesen conseguir las entradas deseadas, y no las localidades que le habían llegado al vendedor que era lo que pasaba antes. Aquí sólo había que ser rápido y conseguir las que querías antes de que te las quitasen, más o menos como ahora. El problema de Ticketmaster, como de tantas otras empresas, es cuando pasan a dirigirlas empresarios que sólo buscan dinero y la empresa se aleja de sus orígenes.

El ejemplo está en Ticktackticket. Cobran una comisión diferente, no muy humilde (por ejemplo 3,50€ sobre 65€), según el espectáculo. Prestando siempre el mismo servicio. ¿Gastos de distribución? Seguramente sería más caro antes distribuir todas esas entradas por los diferentes puntos de venta. Y ya que han reducido sus gastos, ¿no podrían pulir un poco esas entradas? Pero no, cobran comisiones sobre el precio del cartel. Eso provoca un considerable desgaste para el comprador, el cual se ha esforzado para conseguir el dinero de su entrada sin contar con las oportunas comisiones. Según política de empresa Ticktackticket no cambia las entradas, aunque se pueda demostrar que se han comprado, y su linea teléfonica es cara y lenta (como la mayoría de estos servicios).

¿Esto es el progreso? El de algunas cuentas bancarias. La entrada del concierto de los Lendakaris Muertos me costó, en venta anticipada, 9€. En taquilla costaba 12€. Los precios de los conciertos de la Gruta rara vez superan los 20€, si lo han hecho alguna vez. ¿Por qué es así? Ellos mismos venden sus entradas y ¡tienen color!. Y aparte de ofrecer conciertos casi todos los días y dar oportunidades a grupos noveles, también traen actuaciones de grupos extranjeros. No parece que la cosa sea tan dificil. Sólo hay que fijar esa comisión en un precio razonable, sumarla al precio de la entrada y que así aparezca en el cartel (sino es publicidad engañosa). Y que mejoren la calidad de las entradas, todos melómanos, etc. lo agradecerán profundamente.

 

El Rock en los medios

Aprovechando el último post acerca de la visita de los Lendakaris Muertos a Madrid, me gustaría hacer un repaso de la cobertura que recibe la música rock por parte de los medios de comunicación.

En primer lugar, sin lugar a dudas, está Internet. En él puedes encontrar casi toda la información que necesites si buscas bien. Todos los tipos de música. Puedes leer biografías de grupos, entrevistas (o escucharlas), fotos, crónicas de conciertos, ver sus vídeos o descargarte su música. Esto último de forma legal o ilegal. Internet es una gran oportunidad para que los grupos noveles se den a conocer pero también abruma con tanta oferta. Algunas webs interesantes son:

IndyRock. Portal español de música rock con noticias, agenda de conciertos y crónicas de éstos entre otras. A destacar la cobertura de los conciertos grandes celebrados en España dada por la web.

Myspace. Portal de encuentro de gente de todo el mundo donde cada uno crea su página personal y puede contactar con los otros usuarios. La música, sobre todo la alternativa, tiene mucho peso en este portal que tiene una sección especial para ella. Lo bueno de esta sección es que cualquier músico, profesional o no, puede colgar ahí sus canciones para que la gente las escuche y opine. Así ha contribuido a la popularización de artistas que empezaron en Internet como los Artic Monkeys.

Si todavía confiáis en el resto de medios para informaros sobre vuestros artistas, la siguiente mejor opción sería la prensa especializada y la radio.

Respecto a la prensa dedicada a la música, siempre refiriéndome al rock, podeis encontrar diversas publicaciones. Está la archiconocida Rolling Stone, algo comercial pero abalada por su cobertura internacional, años de rodaje y disposición de medios. También la Rockzone, revista surgida de la fusión de la antigua Rock Sound y la oscura Very Metal. La Rockzone es una revista bastante pendiente de la actualidad musical estadounidense, también con buenos medios y pendiente de las últimas modas del rock. Últimamente han cubierto a muchos grupos de los denominados emo, aunque la portada de este mes está dedicada para Rage Against the Machine con motivo de su reencuentro. Los redactores de esta revista crecieron en el mundo musical con el rock de los noventa.

Dos clásicos: Popular 1, Rock ‘n’ Roll Magazine y Rockdelux. La primera, publicando desde 1973 y que empezó dando cobertura a los grandes grupos de rock de los setenta como Led Zeppelin o Pink Floyd, ha aguantado el paso de los años y sigue ofreciendo gran cantidad de información interesante de rock. La segunda, con algo menos de historia publicando desde 1984, es la revista especializada en música alternativa y que más gira en la órbita popi. Es una buena herramienta para descubrir novedades y últimas vanguardias.

En lo respectivo al medio radiofónico, destacaros algunos programas por eso de disfrutar a alguien hablandoos, casi exclusivamente, sobre la música que más os gusta. Los 40 no son sólo radiofórmula, y las noches de los domingos ofrecen en su parrilla un par de programas interesantes. De 22:00 a 00:00 Órbita Pop, de corte comercial pero del que se puede extraer algún que otro contenido interesante. De 00:00 a 01:00 Ingravidez, un programa de corte alternativo que se ha ido ganando su sitio en la parrilla de la cadena. Apuestan por las novedades del rock sin olvidar los clásicos más modernos (a partir de los noventa más o menos). Tiene una curiosa sección de versiones titulada «Memorial Yuri Gagarin» donde se escuchan canciones difíciles de encontrar o de poseer. Ramón Redondo, su presentador, ha ido fidelizando a una audiencia a lo largo de más de cinco años gracias a concursos y notorias entrevistas.

Por último la omnipresente televisión. En este asunto se encuentra a la cola, el rock no vende. En las cadenas generalistas podemos encontrar algo en La2, en los tardíos conciertos de Radio 3 (entresemana) o en Miradas 2, la medianoche de los viernes en la misma cadena. Luego están las breves agendas patrocinadas, sin horario fijo, y los canales temáticos. De estos últimos merecen la pena los siguientes programas:

Rockstation. Emitido los viernes, sábados y lunes por la noche, apuesta fundamentalmente por los grupos más duros y suele acabar con el video de algún clásico.

MTV Rock. Los miércoles y domingos de 01:00 a 03:00. Si no tienes ganas de dormir, un buen repaso de tres horas a videoclips de rock.

Si te interesa más lo Indie…

Indi-gentes. En 40TV los miércoles y viernes por la noche

Sol Indie. Éste en la cadena Sol Música, todos los martes por la noche a partir de las 23:00.

Keep on Rockin

Dame Punk y dime tonto.Lendakaris Muertos presentaron su nuevo disco en Gruta 77

Inocentes voces de niños cantan: «¿Dónde se esconden las pistolas? En los pupitres de las ikastolas…» Así comenzó el concierto de los Lendakaris Muertos el pasado 29 de marzo en Madrid. Una muestra del espíritu PUNK con mayúsculas que rezuma el grupo navarro que no tiene tapujos en tirar contra todo y contra todos. Algo que, sin duda, se echaba en falta.

Lendakaris Muertos eligieron la ya clásica sala carabanchelera Gruta 77 (ya la han visitado en varias ocasiones) para presentar «Vine, ví y me vendí», su último disco. El disco, que salió en febrero, es ya el tercero de su discografía tras «Lendakaris Muertos» y «Se habla español». Este disco conserva el sonido Lendakaris en sus nuevas veinte canciones. Misma distorsión y mismas estructuras estrofa-estribillo-estrofa (la misma)-estribillo (el mismo) y sus ritmos machacones de batería. El fuerte está en sus irónicas letras que no se andan con rodeos y se escapan de los tópicos del punk reivindicativo de los últimos años.

El sábado, ya que el domingo 30 Lendakaris también tocaron pero sin teloneros, el conjunto vasco Héssian se encargó de abrir la velada. La banda, cuyos numerosos componentes apenas cabían en el pequeño escenario de la Gruta (además de los habituales instrumentos también tenían trompetas y saxos), ofrecía ese sonido ska/punk/rock que tanto gusta por aquellas tierras del norte. La nota característica de Héssian era su vocalista femenina. Sin duda cumplieron con su papel e incluso consiguieron mover al público, algo que no consiguen todos los teloneros.

La salida de los Lendakaris Muertos ya está comentada, salieron con fuerza sabiendo que tenían una sala llena esperándoles. El ambiente de la Gruta siempre es muy bueno para esta clase de conciertos por la cercanía entre músicos y público. Aitor, cantante del grupo y muy animado durante todo el concierto, aprovechó esa cercanía para cantar directamente a los ojos de las primeras filas y bajarse más de una vez. Los coros eran interpretados por Asier y Txema (guitarra y bajo) y por un público enfervorizado que conocía todas las letras, sobre todo las de los dos primeros discos. Un filón en los conciertos de los navarros.

Repasaron la mayoría de sus temas más conocidos en un concierto de hora y media aproximadamente, aparte de presentar algunos del nuevo cd. Con las facilidades que da la media de dos minutos de duración de sus canciones, pudieron hacer disfrutar al público con temas ya clásicos como: Veteranos de la Kale Borroka, ETA deja alguna discoteca, Detector de gilipolleces, Gafas de pasta o Gora España.

Por último una mención al público, más variado de lo habitual en esta clase de conciertos. Es lo que tiene meterse con todo el mundo, y hacerlo con gracia. Todos quedan contentos.

Rocinante, ¿un error?

Muy buenas, hace dos semanas y media tuve la suerte o la desgracia de terminar en el preestreno de la obra de teatro «Rocinante en un lugar de la magia…», en el Circo Price. Digo desgracia porque me fui de allí a la mitad, se podría decir que no esperaba encontrarme con una obra de corte infantil, falta de previsión por mi parte. Cuando me vi rodeado de tanto niño empecé a sentir pavor hasta que conseguí relajarme y convencerme de que algo positivo podría sacar de allí.

  Así fue y tuve, por ejemplo, la ocasión de contemplar esa mezcla de teatro y circo característica de las obras representadas en el Teatro Circo Price. La obra de Raffaele Ritis no era el Circo del Sol, que quizás era lo que yo ilusamente esperaba, pero sí hubo acróbatas ayudados de efectos visuales realmente entretenidos de ver. Para mi gusto, llegaron a abusar algo de los trucos, de esa forma que consiguen que pienses que tu aplauso está recompensando su esfuerzo. Yo prefiero no pensar nada cuando aplaudo, que sea una manifestación completamente sincera.

Por último no negaré que la pareja formada por Pedro Reyes y Juan Muñoz me decepcionó, su humor quizás me pareció muy previsible e infantil. También la poca coherencia entre los espectáculos y el argumento, pero eso quizás fue debido a que aquello era más un ensayo general previo. De eso nos había avisado, inmediatamente antes, un buen y oportuno muchacho que agradeció nuestra comprensión.

Ya se sabe, a caballo regalado no le mires el diente.